¿El Bautismo del catolicismo Cristiano es correcto?. ¿Se deben bautizar los niños? 2-septiembre -2016






EL bautismo de niño es unos de los temas más controversiales y  atacado por muchos evangélico de origen anglosajón en América y que mucho de nosotros  no conoce  ¿ que argumento puedes dar  para defender este noble sacramento?.antes de pasar al documento de Catholic.net veamos un argumento de defensa de nuestro bautismo no es realizado en piscina a San Pablo
Hechos 9 17 Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl,hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» 18 Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado. 19 Tomó alimento y recobró las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco




Ejemplos de bautismo de niños


Desde un estudio del tema en la Biblia y la historia, fue parte  parte de la costumbre en la Iglesia primitiva y de hecho acontecimientos  está documentando históricamente que la práctica parece haber sido común entre los cristianos . Se dice de San Policarpo quien nació en la era apostólica (tiempo de los Apóstoles) de la Iglesia y fue bautizado siendo niño:

San Policarpo (69-155), un discípulo del Apóstol Juan, fue bautizado de bebé (infante)…. San Justino Mártir primeros apologista cristianos  (100-166) de la próxima generación, declara cerca del año 150 DC, “Muchos, tanto hombres como mujeres, quienes han sido discípulos de Cristo desde su niñez, se mantienen puros a la edad de sesenta y setenta años , Además, en su Dialogo con Trifo el Judío, Justino Mártir declara que el bautismo es la circuncisión del Nuevo Testamento

El ser hechos discípulos desde la niñez es considerado que tales fueron primeramente bautizados y luego en su crecimiento fueron instruidos en la fe Cristiana siguiendo el orden del mandamiento dado por Jesús en Mateo 28:19-20 "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado".  La orden de "haced discípulos" es vista sigun algunos teologos de la antiguedad en dos etapas (1) Primero "bautizándolos" -  comenzando por ser bautizados en agua  (2) y segundo "enseñándoles" -  el discipulado por medio de la enseñanza.



¿El bautismo es la nueva circuncisión?

Para algunos estudioso son las bases para esta creencia están puestas en el principio 'pactante' de Dios con su pueblo.  Israel en el Antiguo Pacto y la Iglesia en el Nuevo Pacto.  Por lo tanto los niños son considerados parte de la iglesia visible de Dios, y por eso pueden recibir el bautismo juntamente con (o después de) sus padres creyentes.

Según mi parecer  el bautismo es aquella que te hace pertenecer a la nueva alianza con Cristo es la nueva circuncisión y que en la biblia para algunos no señala directamente el bautismo de niños pero mas adelante pondré unos versículos que muestra que si lo hubo y también puedo decir que en aquella época la iglesia estaba en sus primeros pininos o inicios ,ademas recordemos que habían otros libros que  relataran estos acontecimiento que no es parte de la biblia o la excluyeron de ellas y los primeros cristianos fueron adultos jóvenes y mayores que luego compartieron su alianza a sus hijos pero ojo recalco nuevamente que  hay versículos en la biblia que nos deja pensativo de que hubo posibilidad de que pudo haberse realizado bautismo de niños  .

veamos 

Hechos 16
14.Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo.
15.Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa.» Y nos obligó a ir.

 Hechos 16 ,33

 33.
En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos.

En no habla por ningún lado dice la prohibición de bautismos de niño pero Jesús habla de..."Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios", (Mt 19,14).


Un salmo para reflexionar

 "pecador me concibió mi madre", Sal 51, 7.


Realizado este pequeño escritos en meditar la biblia,documentos de nuestra iglesia y otros libros para su análisis por el hno. Rafael L. Moran Perez





Veamos lo que dice Catholic.net


¿Fue la circuncisión una preparación y figura del bautismo?

Objeciones por las que parece que la circuncisión no fue preparación y figura del bautismo.

1. Toda figura tiene una cierta semejanza con la cosa representada en ella. Pero la circuncisión no tiene ninguna semejanza con el bautismo. Luego parece que no fue preparación y figura del bautismo.

2. hablando de los antiguos padres dice el Apóstol en 1Co 10, 2 que todos fueron bautizados en la nube y en el mar, y no que fueran bautizados en la circuncisión. Luego la protección de la columna de nube y el paso del mar Rojo fueron con más razón preparación y figura del bautismo que la circuncisión.

3. más arriba se dijo (q.38 a. 1.3) que el bautismo de Juan fue una preparación para el bautismo de Cristo. Luego si la circuncisión fue preparación y figura del bautismo de Cristo, parece que el bautismo de Juan fue superfluo. Pero esta afirmación es inadmisible. Luego la circuncisión no fue preparación y figura del bautismo.

Contra esto: dice el Apóstol en Col 2, 11 -12: Fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha con mano de hombre, mutilando vuestros cuerpos de carne, sino con la circuncisión de Jesucristo sepultándoos con él en el bautismo.

Respondo: Al bautismo se le llama sacramento de la fe´ en cuanto que en el bautismo se hace una profesión de fe y por el bautismo queda el hombre congregado a la comunidad de los fieles. Ahora bien, nuestra fe y la de los antiguos padres es la misma, según las palabras del Apóstol en 2Co 4, 13: Creemos con el mismo espíritu de fe. Pero la circuncisión era una profesión de fe, de tal modo que por la circuncisión los antiguos quedaban integrados en la comunidad de los fieles. Luego es manifiesto que la circuncisión fue preparación del bautismo y figura del mismo en cuanto que a los antiguos padres todas las cosas les sucedían en figura del futuro, como se dice en 1Co 10, 11, de la misma manera que también su fe era acerca del futuro .

A las objeciones:

1. La circuncisión tenía semejanza con el bautismo en lo que se refiere al efecto espiritual del bautismo, pues así como por la circuncisión se cortaba una pequeña membrana de la carne, así por el bautismo el hombre corta con los comportamientos carnales.

2. La protección de la columna de nube y el paso del mar Rojo fueron efectivamente figuras de nuestro bautismo, en el que renacemos por el agua, significada en el mar Rojo, y por el Espíritu Santo, significado en la columna de nube. Estas cosas, sin embargo, no llevaban consigo una profesión de fe, como la llevaba la circuncisión. Por eso, estas dos cosas eran solamente figuras, no sacramentos. Pero la circuncisión era un sacramento y una preparación para el bautismo, aunque, en lo referente a los elementos externos, le prefiguraba de un modo menos claro que la nube y el mar. De ahí que el Apóstol haga mención más bien de estas cosas que de la circuncisión.

3. El bautismo de Juan fue una preparación para el bautismo de Cristo en lo que se refiere al modo de practicarlo. Pero la circuncisión fue una preparación en lo que se refiere a la profesión de fe, que, como se ha dicho (c.), se requiere en el bautismo .


¿Fue convenientemente instituido el rito de la circuncisión?

Objeciones por las que parece que la circuncisión no fue un rito convenientemente instituido.

1. Como acabamos de decir (a.l), la circuncisión llevaba consigo una profesión de fe. Ahora bien, desde el pecado del primer hombre nadie se ha salvado nunca más que por la fe en la pasión de Cristo, según las palabras de Rm 3, 25: A quien Dios ha designado como sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre. Luego la circuncisión debió instituirse inmediatamente después del pecado del primer hombre, y no en tiempo de Abrahán.

2. en la circuncisión el hombre prometía observar la ley antigua, como en el bautismo promete observar la ley nueva. Por lo que el Apóstol dice en Ga 5, 3: Declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a observar toda la ley. Pero la observancia de la ley no fue dada en tiempo de Abrahán, sino en el de Moisés. Luego no fue conveniente instituir la circuncisión en tiempo de Abrahán.

3. la circuncisión fue figura y preparación para el bautismo. Pero el bautismo se ofrece a todos los hombres, conforme a las palabras de Mt 28, 19: Id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas. Luego la circuncisión no debió instituirse para observancia sólo del pueblo judío, sino para observancia de todos los pueblos.

4. la circuncisión carnal debe responder a la espiritual, como la figura a lo representado en ella. Pero la circuncisión espiritual, que tiene lugar a través de Cristo, se aplica indiferentemente a ambos sexos, porque en Cristo Jesús no hay hombre ni mujer, como se dice en Col 3, 11. Luego no fue convenientemente instituida la circuncisión, que se aplica únicamente a los varones.

Contra esto: la circuncisión, como se dice en Gn 17, 10, fue instituida por Dios, cuyas obras son perfectas (Dt 32, 4).

Respondo: Como acabamos de decir (a.l), la circuncisión era una preparación para el bautismo en cuanto que llevaba consigo una profesión de fe en Cristo, una fe que nosotros confesamos en el bautismo. Ahora bien, entre los antiguos padres, Abrahán fue el primero en recibir la promesa del futuro nacimiento de Cristo cuando se le dijo, según Gn 22, 18: Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra. Y, por mandato del Señor, él fue también el primero en apartarse del trato con los infieles, cuando se le dijo: Sal de tu tierra y de tu patria. Por lo que se ve la conveniencia de que la circuncisión fuese instituida en tiempo de Abrahán.

A las objeciones:

1. Inmediatamente después del pecado del primer hombre, por la ciencia de las cosas divinas con que éste había sido instruido, la fe y la razón natural conservaban todavía tanto vigor en el hombre, que no se requería la prescripción de signos de fe y salvación, sino que cada cual manifestaba su fe con los signos que él quería. Pero en los tiempos de Abrahán la fe había ya disminuido, y muchos se habían desviado hacia la idolatría. También se había oscurecido la´razón natural por la concupiscencia de la carne hasta llegar al pecado contra la naturaleza. Por lo que fue conveniente la institución de la circuncisión entonces, y no antes, como una profesión de fe y como un remedio contra la concupiscencia de la carne.

2. La observancia de la ley no podía imponerse más que a un pueblo ya constituido, puesto que la ley, como se dijo ya en la Segunda Parte (1-2 q.90 a.2), está destinada al bien común. Ahora bien, el pueblo de los fieles tenía que reunirse en torno a algún signo sensible, que siempre es necesario para que los hombres se reúnan, de cualquier religión que sean, como dice San Agustín en Contra Faustum. Por eso es razonable que se instituyese la circuncisión antes que la ley. Pero los Patriarcas que vivieron antes de la ley instruyeron a sus familiares en las cosas divinas por medio de exhortaciones personales. Por lo que el mismo Señor dice de Abrahán: Sé bien que mandará a sus hijos y a su casa para que, después de él, guarden los caminos de Yavé.

3. El bautismo contiene en sí la perfección de la salvación, para la cual Dios llama a todos los hombres, según las palabras de 1Tm 2, 4: Dios quiere que todos los hombres se salven. Por eso el bautismo se ofrece a todos los pueblos. Pero la circuncisión no contenía la perfección de la salvación, sino que la significaba, como que se había de realizar por Cristo, que había de nacer del pueblo judío. Por lo que sólo a ese pueblo se le dio la circuncisión.

4. La circuncisión fue instituida como signo de la fe de Abrahán, que creyó que había de ser padre del Cristo que se le había prometido (Rm 4, 11). Por eso la circuncisión se hace sólo a los varones. Además, el pecado original, contra el que especialmente estaba destinada la circuncisión, procede del padre, no de la madre, como se dijo en la Segunda Parte (1-2 q.81 a. 5). Sin embargo, el bautismo contiene la virtud de Cristo, que es causa universal de salvación para todos yperdón de todos los pecados.







¿Fue conveniente el rito de la circuncisión?

Objeciones por las que parece que el rito de la circuncisión no fue conveniente (Gn 17, 10).

1. Como acabamos de decir (a. 1.2), la circuncisión es una profesión de fe. Pero la fe reside en la facultad cognoscitiva, cuyas operaciones se manifiestan sobre todo en la cabeza. Luego el signo de la circuncisión debería haberse realizado más bien en la cabeza que en el miembro genital.

2. para la administración de los sacramentos utilizamos las cosas que son de uso más frecuente, como son el agua para lavar y el pan para alimentar. Pero para cortar utilizamos más comúnmente cuchillos de hierro que de piedra. Luego la circuncisión no debería hacerse con un cuchillo de piedra.

3. dice San Beda que tanto el bautismo como la circuncisión fueron instituidos para remedio del pecado original. Pero actualmente el bautismo no se demora hasta el octavo día por el peligro de condenación que corren los niños a causa del pecado original, si mueren sin el bautismo. Y, a veces, por el contrario, se retrasa el bautismo más de ocho días. Luego tampoco para la circuncisión debió determinarse el día octavo, sino que algunas veces debería adelantarse, y otras, retrasarse (Jos 5, 4).

En cambio comentando las palabras de Rm 4, 11, recibió el signo de la circuncisión, la Glosa´´ justifica el rito de la circuncisión.

Respondo: Como se ha dicho ya (a.2), la circuncisión es un signo de fe instituido por Dios, cuya sabiduría no tiene límites (Sal 147, 5). Ahora bien, determinar los signos convenientes es obra de la sabiduría. Luego hay que conceder que el rito de la circuncisión era conveniente.

A las objeciones:

1. Era justo que la circuncisión se hiciese en el miembro genital. Primero, porque era signo de la fe, por la que Abrahán creyó que había de nacer de su semen (Rm 4, 11). Segundo, porque era para remedio del pecado original, que se transmite con el acto de la generación. Tercero, porque estaba destinado a mitigar la concupiscencia de la carne, la cual tiene más vigor en esos miembros por la intensidad del deleite venéreo.

2. El cuchillo de piedra no era imprescindible para la circuncisión. De hecho, no hay un precepto divino que determine este instrumento, ni los judíos lo utilizaban comúnmente para circuncidar, ni ahora tampoco lo emplean. Se lee, sin embargo, que algunas circuncisiones famosas se hicieron con cuchillo de piedra, como la que se narra en Ex 4, 25, según la cual Séfora, con un cuchillo de pedernal, circuncidó elprepucio de su hijo; y en Jos 5, 2 se dice: Hazte cuchillos de pedernal y circuncida por segunda vez a los hijos de Israel. Con esto se significaba la circuncisión espiritual, que sería realizada por Cristo, de quien se dice en 1Co 10, 4: Y la roca era Cristo.

3. Para la circuncisión fue determinado el día octavo, sea por el misterio contenido en él: ya que en la octava edad, la edad de la resurrección, como en el octavo día, Cristo completará la circuncisión espiritual liberando a los elegidos no sólo de la culpa, sino también de la pena; sea también por la delicadeza del niño antes del octavo día. De hecho, también de los animales se preceptúa en el Lv 22, 27: Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito quedará siete días con su madre; a partir del día octavo en adelante será grato como ofrenda para Y ave.

El precepto de circuncidar el octavo día, aunque fuese sábado, era tan obligatorio que los que no lo cumplían pecaban, según se dice en Jn 7, 23: Se circuncida a un hombre en sábado para no quebrantar la ley de Moisés. Pero este cumplimiento no era necesario para la validez del sacramento, ya que quienes omitían la circuncisión el día octavo podían hacerlo después.

Sin embargo, hay algunos que dicen que en peligro de muerte, se podía circuncidar antes del octavo día. Pero esto no consta ni en textos de la Sagrada Escritura ni en las costumbres de los judíos. Luego es mejor decir con Hugo de San Víctor que ninguna clase de necesidad autorizaba a circuncidar antes de los ocho días. Por eso, comentando las palabras de Pr 4, 3: yo era hijo único ante los ojos de mi madre, dice la Glosa que no se contaba el otro hijo de Betsabé porque, habiendo muerto antes de los ocho días, no se le había dado un nombre y, por tanto, tampoco fue circuncidado. Cf. 2Re17, 27;12, 18.


¿Confería la circuncisión la gracia santificante?

Objeciones por las que parece que la circuncisión no confería la gracia santificante.

1. Dice el Apóstol en Ga 2, 21: Si por la ley se obtiene la justificación, Cristo hubiese muerto en vano, o sea, sin motivo. Pero la circuncisión implicaba la obligación de cumplir la ley, según se advierte en Ga 5, 3: A.dvierto a todo hombre que se circuncida que queda obligado a cumplir la ley. Luego si la justicia viene de la circuncisión, Cristo murió en vano, o sea, sin motivo. Pero esto es inadmisible. Luego la circuncisión no confería la gracia que purifica del pecado.

2. antes de ser instituida la circuncisión, bastaba la fe para obtener la justificación. De hecho, dice San Gregorio en Moral. : Lo que hace en nosotros el agua del bautismo, lo hacía la sola fe para los antiguos en los niños. Pero la fe no disminuye su eficacia con el precepto de la circuncisión. Luego la sola fe justificaba a los niños, y no la circuncisión.

3. se lee en Jos 5, 5-6 que el pueblo que nació en el desierto durante los cincuenta años no fue circuncidado. Luego si la circuncisión borraba el pecado original, todos los que murieron en el desierto, tanto niños como adultos, se condenaron. Y esta objeción vale también para los niños que morían antes de los ocho días, ya que, como acabamos de decir (a.3 ad 3), la circuncisión no debía anticiparse a esa fecha.

4. nada hay que impida la entrada en el reino de los cielos más que el pecado. Pero a los circuncisos antes de la pasión les estaba impedida la entrada en el reino de los cielos. Luego la circuncisión no justificaba a los hombres del pecado.

5. el pecado original no se perdona sin el perdón también del pecado personal, porque, como dice San Agustín, es impío esperar de Dios un perdón a medias. Pero en ninguna parte se lee que la circuncisión perdonase el pecado personal. Luego tampoco perdonaba el original.

Contra esto: dice San Agustín en Ad Valeríum contra Julianum : Desde que en el pueblo de Dios se instituyó la circuncisión, que era el "signo de la justificación por la fe", servía para perdonar el pecado original a los niños, como también el bautismo comentó a producir la renovarían del hombre desde el instante en que fue instituido.

Respondo: Comúnmente, todos están de acuerdo en afirmar que la circuncisión perdonaba el pecado original. Algunos afirman, sin embargo, que no confería la gracia, sino que sólo borraba el pecado. Esta es la opinión del Maestro en / dist., IV Sent., y en la Glosa a Rm 4, 11 . Pero esto es imposible, porque la culpa solamente se perdona por la gracia, según las palabras de Rm 3, 24: Justificados gratuitamente por su gracia, etc.

Por eso otros dijeron que la circuncisión confería la gracia para perdonar la culpa, pero no para producir efectos positivos, para no verse obligados a decir que la gracia otorgada en la circuncisión era suficiente para cumplir los preceptos de la ley, con lo que hubiese sido superfiua la venida de Cristo. Pero tampoco se puede mantener esta opinión. Primero, porque la circuncisión concedía a los niños la posibilidad de alcanzar a su debido tiempo la gloria, que es el último efecto positivo de la gracia. Segundo, porque en el orden de la causa formal, los efectos positivos preceden naturalmente a los negativos --aunque en el orden de la causa material suceda lo contrario--, ya que la forma no excluye la privación más que informando al sujeto.

Por eso otros han dicho que la circuncisión confería la gracia con el efecto positivo de hacer al hombre digno de la vida eterna, pero no con todos los efectos, puesto que no era suficiente para reprimir la concupiscencia y para mover al cumplimiento de los preceptos de la ley. Y éste fue mi parecer en algún tiempo. Pero, bien considerada la cosa, se ve que tampoco esto es acertado. Porque la más mínima gracia es suficiente para resistir a cualquier concupiscencia y para evitar todo pecado mortal, que se comete en la transgresión de los preceptos de la ley, ya que un mínimo de caridad ama más a Dios que el deseo de millones de oro y plata (Sal 119, 72).

Por eso se debe concluir que la circuncisión transmitía la gracia con todos los efectos de la misma, pero de diverso modo que el bautismo. Porque el bautismo confiere la gracia por su propia virtud, una virtud que el sacramento tiene como instrumento de la ya realizada pasión de Cristo. Mientras que la circuncisión confería la gracia como signo que era de la fe en la pasión futura de Cristo, de tal manera que el hombre que recibía la circuncisión manifestaba que abrazaba esta fe: el adulto, por sí mismo; los niños, por otro. Por eso dice el Apóstol en Rm 4, 11 que Abrahán recibió el signo de la circuncisión como sello de la justicia de la fe, porque la justificación venía de la fe significada, y no de la circuncisión significante. Y puesto que el bautismo, no así la circuncisión, actúa como instrumento de la pasión de Cristo, el bautismo imprime carácter, por el que el hombre es incorporado a Cristo, y confiere una gracia más abundante que la circuncisión, ya que es mayor el efecto de una realidad ya presente que el de una realidad esperada.

A las objeciones:

1. Esa razón sería válida si la justificación de la circuncisión no viniese a través de la fe en la pasión de Cristo.

2. Antes de instituir la circuncisión, lo que justificaba tanto a los niños como a los adultos era la fe en el Cristo futuro. Y una vez que fue instituida, lo mismo. Pero antes, no se requería un signo manifestativo de esa fe, porque los hombres fieles aún no habían comenzado a formar comunidad separadamente de los infieles para dar culto al único Dios. Es probable, no obstante, que los padres fieles dirigiesen a Dios algunas plegarlas en favor de sus hijos recién nacidos, sobre todo cuando estuviesen en peligro de muerte, o que tuvieran para ellos alguna bendición, que viniese a ser como un signo de la fe. De la misma manera que los adultos ofrecían preces y sacrificios por ellos mismos.

3. El pueblo estaba excusado de observar en el desierto el precepto de la circuncisión, ya porque desconocían cuándo deberían levantar el campamento, ya porque, como dice San Juan Damasceno, no necesitaban tener otro signo de distinción mientras vivían separados de los otros pueblos. Pero, como dice San Agustín, pecaban de desobediencia quienes incumpliesen el precepto por desprecio.

Sin embargo, parece que no murió ningún incircunciso en el desierto, porque se dice en el Sal 105, 37: No había entre sus tribus un enfermo, sino que, a lo que parece, sólo murieron en el desierto los que habían sido circuncidados en Egipto. Pero si hubo incircuncisos que muriesen allí, para ellos vale la explicación dada para los muchos que murieron antes de que fuese instituida la circuncisión. Y esta explicación vale también para los niños que morían antes del octavo día en la época de la ley.

4. La circuncisión borraba el pecado original en lo que afectaba a la persona, pero permanecía el impedimento de entrar en el reino de los cielos para toda la naturaleza, impedimento que fue removido por la pasión de Cristo. Por eso el bautismo, antes de la pasión de Cristo, no introducía en el reino. Mientras que la circuncisión, si tuviera lugar después de la pasión de Cristo, sí introduciría en el reino.

5. A ¿a quinta hay que decir Cuando los adultos se circuncidaban conseguían la remisión no sólo del pecado original, sino también de los pecados personales. Sin embargo, no quedaban libres de toda la deuda de la pena, como en el bautismo, ya que en éste se confiere una gracia más abundante.

Ahora veamos la explicación  del bautismo de niños en el articulo que vamos a leer realizado por catholic.net esperando que sea de su entero agrado.

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net



El Bautismo

Ejemplo de la vida real

Queridos hermanos:
Un día se me acercó un caballero y me pidió que le buscara la fe de bautismo. Me dijo que cuando pequeño había sido bautizado en mi parroquia. Le comenté que me extrañaba mucho que él, siendo pentecostal, viniera a pedir su fe de bautismo a la Iglesia Católica. Me contó que necesitaba este documento para su jubilación... y conversando con él me hizo entender que ahora, de mayor, se había bautizado en otra religión, porque le habían dicho que el bautismo de niños chicos no es válido y además que Jesús se había bautizado como adulto.

Queridos hermanos, me doy cuenta de que hay mucha confusión entre nuestra gente acerca de la fe cristiana y muchos por falta de conocimiento bíblico abandonan la fe católica.

En esta carta les escribo de lo que la Biblia nos enseña acerca del bautismo cristiano, y en otra les explicaré que una familia cristiana tiene pleno derecho a pedir el bautismo de sus niños. Ante todo lea y medite:

1. El bautismo de Juan Bautista no es lo mismo que el bautismo de los cristianos.
Es verdad que Juan bautizaba a la gente adulta en el río Jordán, e incluso Jesús fue bautizado por él. Pero ¿qué significado tiene el bautismo de Juan?

Juan Bautista era el Precursor de Jesús, nuestro Salvador. Juan comenzó a predicar la penitencia y la confesión de los pecados para que la gente, con un corazón limpio, recibiera al Mesías que iba a venir pronto. Como signo de conversión y de perdón de los pecados, Juan llamaba a la gente a recibir el bautismo con agua en el río Jordán. Es decir el bautismo de Juan expresaba un cambio de vida, una verdadera conversión hacia Dios; significaba así una preparación para la venida del Señor (Mc.1,3).

Jesús también se hizo bautizar por Juan, aunque El no tenía ningún pecado y por eso no necesitaba el bautismo definitivo: «Mi bautismo -decía Juan- es un bautismo con agua y significa un cambio de vida, pero otro viene después de mí y es más poderoso que yo: El los bautizará en el fuego y en el Espíritu Santo» (Mt. 3, 11). Queridos hermanos y amigos, estos textos nos aclaran muy bien que el bautismo de Juan no es lo mismo que el bautismo cristiano.

2. ¿Qué es el bautismo instituido por Jesucristo?
Jesús resucitado, antes de subir al cielo, mandó a sus apóstoles: «Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt. 28, 19-20).

Y en otra parte de la Biblia dijo Jesús: «El que crea y sea bautizado, se salva-rá» (Mc. 16, 16).

Los apóstoles y los primeros cristianos estaban conscientes de que el bautismo de Jesús era distinto del de Juan, era un mandato del Señor resucitado, y cuando comenzaron la predicación del Evangelio bautizaban a todos los que creían en Jesucristo. Por supuesto que este bautismo en Cristo tiene un sentido más profundo que el bautismo de Juan.

El bautismo cristiano significa, sobre todo, un nuevo nacimiento, una nueva vida. Jesús dijo: «Si no renaces del agua y del Espíritu Santo, no puedes entrar en el Reino de los cielos» (Jn. 3-5).

3. ¿En qué consiste este nuevo nacimiento?
a) Con el bautismo de Cristo nacemos a la vida de hijos de Dios: Por el bautismo cristiano nosotros «llegamos a tener parte en la naturaleza de Dios» (2 Pedr. 1, 4); y «somos realmente hijos de Dios por adopción» (Rom. 8, 16 y Gál. 4, 5). Desde ahora en adelante llevamos grabado en nuestro corazón el sello de Dios para toda la eternidad, y podemos clamar a Dios diciendo: «Abba-Padre» que significa «Papito». Dios, como Padre, nos cubre desde ahora y para siempre con su amor. Es éste el regalo más grande que podemos recibir acá en la tierra.

b) El bautismo nos incorpora a Cristo, es decir, somos de Cristo, somos cristianos:

«¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos a Cristo Jesús, tenemos parte con El en su muerte al ser bautizados? Así pues, por medio del bautismo fuimos enterrados junto con Cristo y estuvimos muertos, para ser resucitados y vivir una vida nueva» (Rom. 6, 3-5).

«Todos ustedes que fueron bautizados para unirse a Cristo, se encuentran cubiertos por El como por un vestido... y al estar unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo» (Gal. 3, 27-28).

Eso quiere decir que por el bautismo somos injertados en el misterio pascual de Jesucristo: Morimos con él, somos sepultados con él y resucitamos a una nueva vida con él.

c) El bautismo cristiano es un nuevo nacimiento en el Espíritu Santo.
Dijo Jesús: «El que no nace del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el Reino de Dios» (Jn. 3, 5). Escribe el apóstol Pablo a su amigo Tito: «Cristo nos salvó por medio del Bautismo que significa que hemos nacido de nuevo, y por me-dio del Espíritu Santo que nos ha dado nueva vida. Por medio de nuestro Salvador Jesucristo, Dios nos ha dado el Espíritu Santo en abundancia» (Tit. 3, 5-6).

d) El Bautismo nos hace miembros del Cuerpo de Cristo, que es su Iglesia:
«Cristo es como un cuerpo que tiene muchos miembros y todos los miembros forman un solo cuerpo. Pues todos nosotros, seamos judíos o griegos, esclavos o libres, al ser bautizados hemos venido a formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu» (1 Cor. 12, 12-13).
«Así somos uno en Cristo por el bautismo, un sólo pueblo de Dios formado por todas las razas y todas las naciones sin excepción».

Pertenecer a la Iglesia de Cristo no es una simple afiliación, como hacerse socio de un club. Los bautizados forman parte de una sola familia, son hermanos entre sí. «Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios les ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos» (Ef. 4, 4-6).


3) ¿Qué se exige para recibir el bautismo?
Se exige primeramente la fe.
El bautismo es, antes que nada, el sacramento de la fe, por el cual el hombre acepta el Evangelio de Cristo. La fe está en el centro del Bautismo. En el libro de los Hechos de los Apóstoles leemos que, cuando un hombre de Etiopía quiso bautizarse, el diácono Felipe le dijo: «Si crees de corazón es posible». Respondió el etíope: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios» (Hch. 8, 37).

De esta forma la conversión, la aceptación de Cristo y su Evangelio por la fe es la primera condición para ser bautizado.

También exige luchar contra el mal: el bautismo no es para los cobardes, es para los que están dispuestos a luchar contra «los principados y potestades de las tinieblas» (Col. 2, 15).

San Pedro expresa esta lucha del cristiano en la imagen del león rugiente que espera el momento propicio para devorarnos (1 Ped. 5, 8-11).

También San Pablo exhorta a los creyentes: «Revístanse de la armadura de Dios para que puedan resistir las tentaciones del diablo, porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra las fuerzas sobrenaturales del mal» (Ef. 6, 10-12).

4. Se exige ser testigo de Cristo:
«Los bautizados en Cristo reciben este poder del Espíritu Santo y saldrán para ser testigos de Cristo en las partes más lejanas del mundo» (Hch. 1, 5-8). Serán testigos de la «vida recta, de devoción a Dios, de fe, de amor, paciencia y humildad de corazón. Pelea la buena lucha de la fe, echa mano de la vida eterna, pues para esto te llamó Dios y has hecho tu buena declaración de fe delante de muchos testigos.» (1 Tim. 6, 11-12).

«Dios no nos ha dado un Espíritu de miedo, sino un Espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No tengas vergüenza, pues, de dar testimonio a favor de Nuestro Señor... Acepta de tu parte los sufrimientos que vienen por causa del mensaje de salvación, conforme a las fuerzas que Dios da. Dios nos salvó y nos llamó a llevar una vida consagrada a El.» (2 Tim. 1, 7-9).

Queridos hermanos, nos damos cuenta de que el bautismo cristiano es algo grande; es, sin duda, el regalo más grande y hermoso que podemos recibir. Pero al mismo tiempo ser bautizado exige de nosotros mucha seriedad.

Algunos dicen también que por qué no esperar a bautizar hasta que uno sea grande y decida si quiere o no ser bautizado. Este tema lo veremos más adelante, pero desde ya les digo que el bautismo es un regalo de Dios. Y entonces ¿para qué esperar a aceptar este regalo? ¿Para que dejar que en la vida de un ser humano reinen por unos años las tinieblas pudiendo reinar la luz? Y hay otra razón: los papás para hacerte el regalo de la vida no te consultaron, porque la vida es un bien, es un regalo... de la misma manera, tus papás para hacerte el regalo de la vida divina no tienen para qué esperar a consultarte. Basta que ellos tengan fe y quieran para sus hijos este hermoso don.

Es posible que nunca hayamos tomado en serio esta realidad o que hayamos sido bautizados cuando niños y nunca hayamos recapacitado sobre lo que esto significa. Ojalá que ahora, tomemos en cuenta esta vida divina que nos da el bautismo y seamos capaces de renovar y vivir día tras día nuestra vida cristiana como bautiza-dos.


Dice el CATECISMO:
¿Qué es el Bautismo?
-Es un sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo a través del cual nos convertimos en hijos adoptivos de Dios, miembros de la Iglesia y herederos del cielo.

¿Cómo podemos saber que el bautismo es necesario para la salvación?
-En Juan 3,5 se dice: «El que no renace del agua y del Espíritu Santo no entrará en el reino de los cielos».

¿Por qué los protestantes están contra el bautismo de los niños?
-Porque ellos dicen que los niños no pueden arrepentirse de sus pecados y también que los niños no pueden recibir la fe bautismal.

¿Por qué, según los protestantes, los niños no tienen derecho a ser bautizados?
-Según los protestantes los niños, para bautizarse, deberían arrepentirse de sus pecados. Pero nosotros sabemos que los niños no tienen ningún pecado personal por eso decimos que no necesitan arrepentirse para ser bautizados. El estar arrepentidos solamente es necesario para los adultos que han cometido pecados.

¿Qué enseña Jesús sobre el Bautismo de los niños?
-Jesús dice: «Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo». Ahora bien, ¿quién forma los pueblos y las naciones? ¿Acaso no son los niños con los adultos los que conforman los pueblos y las naciones? La Iglesia bautiza a los niños en virtud de la fe y el compromiso de sus padres y padrinos.

¿Va contra la Biblia el bautizar a los niños?
-De ninguna manera, pues vemos en los Hechos de los Apóstoles: 16, 32-33 como familias enteras fueron bautizadas. No podemos imaginar que los Apóstoles negaran el bautismo a los niños que formaban parte de las familias convertidas.

¿Qué dice la Tradición sobre el bautismo de los niños?
-San Ireneo en el año 205 dice: «Jesús vino a salvarnos a todos». ¿Será que los niños no son parte de este todo? También San Agustín, en el año 481 dice en relación al Bautismo de los niños que «la Iglesia siempre conservó la costumbre y la tradición de bautizar los niños y que así lo hará hasta el fin».






b) ¿Se deben bautizar a los niños?

Queridos hermanos:
La mayoría de las familias católicas piden el bautismo cuando recién les ha nacido el hijo. Y cuando uno pregunta: «¿por qué bautizan a los niños?», nos dan varias razones. Desgraciadamente no siempre son las mejores razones, por ejemplo: «porque siempre se ha hecho así»... «para que la guagua no sea mora»... «para que la guagua se mejore»...«para hacer una fiesta...»

Las familias realmente cristianas piden el bautismo porque los padres viven con alegría su fe, como el mejor regalo de Dios, y desean lo mismo para sus hijos.

Queridos hermanos: en mi carta anterior les he explicado que el bautismo cristiano, por el poder del Espíritu Santo, nos hace nacer como hijos de Dios, nos convierte en cristianos y nos integra como miembros vivos de la Iglesia.

Meditando bien la Biblia nos damos cuenta de que debemos considerar el bautismo de adultos como la práctica más frecuente en la Iglesia primitiva, pero, actualmente, vemos que la mayoría de los padres católicos desea el bautismo para sus hijos cuando son pequeños, y no quieren privar al niño de este gran don de Dios. ¿Hay razones en favor del bautismo de niños? ¿Qué nos enseña la Biblia?

1. El bautismo de niños es una práctica muy antigua en la Iglesia.
El bautizar niños era una costumbre ya por el año 200 y se piensa que desde los primerísimos tiempos de la Iglesia ha existido esta práctica.
En la Biblia no encontramos textos en contra del bautismo de los niños. Sin embargo, hay indicaciones en las cuales está implícita la práctica de bautizarlos.

En la carta a los Corintios el Apóstol Pablo dice: «También bauticé a la familia de Estéfanas» (1 Cor. 1, 16), y se supone que en una familia hay niños.

En los Hechos de los Apóstoles, Pablo nos narra cómo él bautizó en la ciudad de Filipos a una señora, llamada Lidia, «con toda su familia» (Hech. 16, 15).

Y refiriéndose al carcelero de Filipos, también dice: «Recibió el bautismo él y todos los suyos» (Hech. 16, 33).
Esta práctica de bautizar los niños ha existido desde los comienzos en la Iglesia, y el mismo Lutero, fundador del protestantismo e inspirador de las iglesias evangélicas, admitió el bautismo de niños porque ellos son bautizados en la fe de la Iglesia.

2. ¿Qué razones hay en favor del bautismo de los niños?
Existe un buen número de razones para ello: Los niños también son acogidos por el amor de Dios, los niños pequeños pueden ser incorporados al misterio de Cristo y ser acogidos en la fe de la Iglesia. Por supuesto que los padres cristianos deben aceptar el compromiso de educar a sus hijos cristianamente, y en esta tarea han de colaborar los padrinos y la comunidad cristiana.
Analicemos estas y otras razones en favor del bautismo de los niños.

3. El actuar de Dios es anterior a nuestro actuar y a nuestra fe.
No debemos pensar que Dios comienza a amarnos una vez que hemos manifestado conscientemente nuestro amor y nuestra fe en El. El amor de Dios es anterior a nuestra iniciativa de amar: «Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes de que nacieses te había consagrado» (Jer. 1, 4-5); (Is. 49, 1). «En esto está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó primero» (1Jn 4, 19).

Ahora bien, cuando la Iglesia bautiza a los niños chicos, expresa con ello la convicción de que ser cristiano significa ante todo un don gratuito de Dios. Dios nos ama antes de que nosotros hagamos cualquier cosa por El. Entendiendo así las cosas, el bautizar a los niños es auténticamente bíblico y manifiesta la gratuidad del amor de Dios que rodea toda nuestra vida. Pensar que Dios se comunica solamente por medio de una fe consciente sería limitar el poder de Dios.

4. La fe de la comunidad es la única condición para el bautismo del niño
El bautismo es antes que nada el sacramento de la fe. Ahora bien, algunos dirán que el niño todavía no puede proclamar conscientemente esta fe en Cristo. Entonces, ¿no sería mejor esperar hasta que el niño llegue a ser adulto y proclame por sí solo su fe cristiana?

No olvidemos que el bautismo no es un puro signo de fe; el bautismo también es «causa de fe» y produce como efecto en el bautizado «la iluminación interior». Sin duda, la gracia recibida en el bautismo, el poder del Espíritu Santo con sus dones y la fe que irradia una familia cristiana ayudarán a que el niño, poco a poco, responda con una fe libre y personal.

La Iglesia, y muy concretamente los padres y los padrinos, puede tomar el lugar del niño; el niño que es bautizado no cree todavía por sí mismo, sino por medio de otros, por la fe de la Iglesia o de la comunidad cristiana. Por eso se suele decir que «los niños son bautizados en la fe de los padres y en la fe de la comunidad cristiana». Por supuesto que la Iglesia siempre pide el compromiso a los padres y padrinos para que lo eduquen cristianamente.

Entendido así, el bautismo de niños es un «privilegio» que la Iglesia siempre ha concedido a las familias cristianas en atención a la fe de los padres y padrinos.

5. Es malo dejar al niño sin rumbo y sin religión
Algunos dicen que no es justo imponer a los niños la religión: «El niño no puede razonar y debe esperar hasta que sea adulto para optar libremente por el bautismo...»

Es verdad que un niño recién nacido no puede razonar. Pero es una ilusión esperar hasta que el niño pueda razonar para elegir libremente una religión.

Sería un error muy grave que los padres dejasen al niño sin religión, sería lo mismo que dejarlo sin rumbo en la vida. Esto no significa «imponer» una religión. Cada niño nace y crece en el ambiente que le es dado nacer. Crece en una familia que le comunica los grandes valores de la vida sin que el niño lo pida. Esperar hasta que el niño como adulto elija por sí mismo los valores de la vida, sería dejarlo crecer sin rumbo. Hay tantas cosas que la vida da a los niños sin que ellos lo hayan pedido. Ellos no pueden elegir a los padres, no pueden elegir el ambiente, ni su lengua, ni sus cultura. Pero esto no es una limitación sino algo muy natural. La realidad de no imponer nada al niño simplemente no existe. En una vida normal son primeramente los padres los que tienen que tomar por sus hijos las opciones indispensables para toda la vida.

Los buenos padres de familia siempre desean comunicar a sus hijos los grandes valores de la vida. Ahora bien, la fe cristiana de una familia es, sin duda, un don divino y lo más normal es que los padres deseen comunicar este don a sus hijos. ¿Por qué, entonces, privar a los niños de este bien? Un niño sin ninguna educación en la fe de sus padres, parte sin rumbo durante los primeros años de su vida y difícilmente encontrará el camino para crecer en la verdadera libertad hacia una decisión personal.

6. Y ¿cuándo empieza la fe en nuestra vida?
Imposible contestar a esta pregunta, como tampoco se puede contestar a la pregunta de cuándo empezamos a amar.

La fe es como el amor. Tiene que ser suscitada. Y crece, sin que se advierta, desde el primer contacto de los padres con el niño. No sabemos cuándo el niño empieza a amar. Sería absurdo. Lo mismo pasa con la fe. No se debe esperar hasta el día en que el niño empiece a manifestar alguna inquietud al respecto. Así como no se puede poner fecha al comienzo del amor, tampoco se puede poner fecha al comienzo de la fe, como tampoco los padres pueden esperar a darle comida al niño hasta que el niño decida lo que va a comer.

Lo mismo pasa con el idioma y con el nombre que nuestros padres nos dan. Son cosas anteriores a la libre elección... La comida, el nombre, el idioma y la vida son un bien. Y los padres para entregar este bien no esperan la aprobación de su hijo, sino que se lo dan en forma anticipada. De igual manera la fe y el Bautismo son un bien y por ello los padres deciden y dan este bien a sus hijos antes que ellos tengan uso de razón.

Decíamos que para llegar a la existencia los papás no preguntaron al niño si quería vivir o no, porque se supone que la existencia es un bien, es un regalo... de igual manera la vida divina es un bien y un regalo, y los papás se lo conceden al niño porque ellos desean lo mejor para sus hijos.

7. Consideración final
El niño pequeño forma parte de una familia, de una comunidad y nunca es demasiado chico para inculcarle la Fe. ¿No es verdad que Jesús abrazaba a los niños y los bendecía? Jesús no esperaba que los niños estuvieran conscientes y pidieran este amor. «Dejen que los niños vengan a mí, no se lo impidan» (Mc. 10, 13-14). La Iglesia Católica sigue bautizando a los niños pequeños porque está convencida de que los pequeños pertenecen a Dios. Además el niño vive dependiendo de los adultos que le rodean.

La fe del niño tendrá futuro si existe el compromiso de los padres de transmitir la fe a sus hijos. Sin este compromiso la Iglesia prefiere postergar el bautismo hasta que se den las condiciones necesarias. Pero con toda seguridad podemos decir que cuando los padres creyentes piden el bautismo, piden algo bueno y razonable y este sacramento seguirá siendo el camino más adecuado para una futura vida cristiana.

Dice el CATECISMO:
¿Qué significa la palabra Iglesia?
-La palabra Iglesia significa la reunión de los fieles bautizados que creen en Jesu-cristo y que están unidos al Papa.

¿Qué significaba la palabra Iglesia en los primeros siglos del cristianismo?
-Significaba las reuniones de los fieles para celebrar la Fracción del Pan, es decir, lo que hoy llamamos Santa Misa o Eucaristía.

¿Qué pasó en el siglo IV?
-Es este tiempo se empezó a llamar iglesia al templo donde se celebraba la Santa Eucaristía.

¿Cuáles son los nombres de Iglesia que se encuentran en el Nuevo Testamento?
El Nuevo Testamento llama a la Iglesia:
1) Pueblo de Dios (Hechos 3, 25-26).
2) Reino de Dios (Hechos 20, 25).
3) Jerusalén del cielo (Gálatas 4, 26).
4) Esposa de Cristo (Juan 3, 29).
5) Casa de Dios (1 Timoteo 3, 5).
6) Cuerpo de Cristo (Efesios 4, 12).

¿Quiénes forman parte de la Iglesia?
-Todos aquellos que son bautizados y que son transformados de paganos y gentiles en hijos adoptivos de Dios forman la Iglesia.

¿Cuál es el primer elemento de la Iglesia llamado el cuerpo de la Iglesia?
-El primer elemento visible de la Iglesia está formado por las personas bautizadas que profesan la misma fe, reciben los mismos sacramentos y obedecen al Papa.

¿Cuál es el segundo elemento visible de la Iglesia llamado el alma de la Iglesia?
-El alma de la Iglesia está formada por todas las personas que viven en gracia de Dios y en íntima relación de amistad con Dios.

¿Cuál es la verdadera Iglesia de Jesús?
La verdadera Iglesia de Jesús es aquella que contiene todos los elementos que Jesús dejó para su Iglesia. Y ésta es la Iglesia Católica fundada por Jesucristo sobre Pedro. Es la única que conserva todos los elementos que Jesús dejó a su Iglesia.




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